Nuestra actividad de vivero de vid se extiende sobre 50 hectáreas de «vid madre» de portainjerto y 50 hectáreas de «vid madre» de injerto.
Con esta actividad reunimos alrededor de 3 millones de plantas de vid que luego serán plantadas en viticultores de todas las regiones vitícolas de Francia.
Esta primera etapa tiene lugar en invierno, en enero/febrero. Seleccionamos y cosechamos los sarmientos, que se recogen en haces.
Una vez recogidos y podados los portainjertos, toda la madera se conserva en cámaras frigoríficas para evitar que se seque.
Esta etapa crucial, que tiene lugar en marzo, consiste en combinar un injerto de la cepa que producirá la variedad de uva con un patrón que producirá las raíces, protegerá la cepa y le permitirá adaptarse bien al suelo.
En abril comienza la etapa más delicada: la estratificación, que consiste en colocar los jóvenes injertos en una sala climatizada y húmeda (a una temperatura de 28°C) para que puedan desarrollarse en una atmósfera adecuada.
Las plantas injertadas se sacarán de la sala climatizada al cabo de tres semanas, momento en que las partes del injerto y del patrón se fusionarán y podrán denominarse injertos fusionados.
Cuando salen de la caldera a mediados de abril, los jóvenes injertos fusionados se «preparan» para la plantación. Se clasifican y, a continuación, se enceran para evitar su deshidratación. A continuación, se preparan para la plantación.
El vivero se planta en mayo. El suelo, preparado el otoño anterior, debe ser lo suficientemente cálido, aireado y ligero para soportar las plantas.
A continuación, los injertos fusionados se alinean en montículos separados según su ensamblaje, donde pasarán el verano.
En junio, cuando realizamos el mantenimiento del vivero, regamos las vides abundantemente hasta finales de agosto.
También tenemos que mantener las malas hierbas al mínimo en el vivero y fomentar el crecimiento de las raíces cuidando el suelo.
En noviembre/diciembre, una vez que la madera ha madurado y las hojas han caído, las plantas pueden arrancarse y conservarse en cámaras frigoríficas hasta que puedan clasificarse.
En diciembre, se comprueba la resistencia de la soldadura entre el injerto y el patrón, así como la distribución de las raíces alrededor del talón de la planta.
Sólo se conserva un tallo, cortado con dos ojos, por planta. A continuación se enceran, se cuentan, se envasan, se etiquetan, se embalan y se conservan en cámara frigorífica hasta su entrega al viticultor.